miércoles, 21 de diciembre de 2011

Bombardeo nuclear de Hiroshima y Nagasaki

  

Tras seis meses de intenso bombardeo de otras 67 ciudades, el arma nuclear ‘Little Boy’ fue soltada sobre Hiroshima el lunes 6 de agosto de 1945, seguida por la detonación de la bomba ‘Fat Man’ el jueves 9 de agosto sobre Nagasaki y poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.

Estos ataques nucleares fueron ordenados por Harry Truman, Presidente de los Estados Unidos, contra el Imperio de Japón y constituyen los únicos ataques nucleares de la historia hasta la fecha.



Proyecto Manhattan

En 1939, Albert Einstein mandó una carta al presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, reclamando su atención sobre las investigaciones realizadas por los científicos Enrico Fermi y Leó Szilárd, mediante las cuales el uranio podría convertirse en una nueva e importante fuente de energía. En dicha carta además, explicó al presidente la posibilidad de fabricar bombas sumamente potentes.


«…Este nuevo fenómeno podría conducir a la fabricación de bombas y, aunque con menos certeza, es probable que con este procedimiento se pueda construir bombas de nuevo tipo y extremadamente potentes…».
Fragmento de la carta de Einstein enviada al presidente Roosevelt.

Los Estados Unidos, con la ayuda del Reino Unido y Canadá en sus respectivos proyectos secretos, diseñaron y fabricaron las primeras bombas atómicas bajo lo que fue llamado «Proyecto Manhattan». La investigación científica fue dirigida por el físico estadounidense Robert Oppenheimer.




 La bomba atómica fue probada el 16 de julio de 1945, cerca de Alamogordo, Nuevo México, en lo que se conoció como «Prueba Trinity». La bomba utilizada en la prueba, llamada «gadget», causó una explosión cercana a la que ocasionarían 20.000 toneladas de TNT, mucho mayor de la esperada.




Little Boy

El proyecto Manhattan produjo dos modelos distintos de bombas atómicas. La bomba lanzada sobre Hiroshima, llamada Little Boy, fue construida con Uranio-235. Al juntarse cierta cantidad de Uranio-235, se producía una reacción de fisión en cadena que provocaba una explosión nuclear. No obstante, la masa crítica necesaria para producir esta reacción debía unirse muy rápidamente ya que, de lo contrario, el calor emitido al comienzo de la reacción expulsaría el combustible antes de que se consumiera la mayor parte de él. Para evitar este problema, la bomba utilizó un cañón para disparar una parte del Uranio-235 dentro de la otra.




El diseño de la bomba era más sencillo que el de la utilizada en Nagasaki y el principio operacional consistía en disparar piezas de uranio una contra otra. La bomba probada en Nuevo México fue la lanzada en Nagasaki ya que su diseño era de plutonio, mientras la bomba que estalló sobre Hiroshima era de uranio, que no albergaba tantas dudas sobre su fiabilidad.

Presentaba un aspecto de bomba alargada de color verde oliva y chata, con alerones cuadrados de los cuales sobresalían sensores de radar y barométricos. Pesaba unas cuatro toneladas, se fijó al avión con unos ganchos especiales y tenía una potencia explosiva de 13 kilotones, equivalente a 13000 toneladas de TNT.




Little Boy fue lanzada desde el bombardero estadounidense B-29 llamado Enola Gay pilotado por el teniente coronel Paul Tibbets, desde unos 9.450 m de altura. El aparato explotó a las 8:15:45 aproximadamente, cuando alcanzó una altitud de 600m.

Debido a vientos laterales falló el blanco principal, el puente Aioi, por casi 244 metros, detonando justo encima de la Clínica quirúrgica de Shima. La detonación creó una explosión equivalente a 13 kilotones de TNT, a pesar de que el arma con Uranio-235 se consideraba muy ineficiente pues sólo se fisionaba el 1.38% de su material. Se estima que instantáneamente la temperatura se elevó a más de un millón de grados centígrados, lo que incendió el aire circundante, creando una bola de fuego de 256m de diámetro aproximadamente. En menos de un segundo la bola se expandió a 274m matando a unas 140.000 personas.

 

Mientras el Enola Gay se alejaba a toda velocidad de la ciudad, el Capitán Robert Lewis, copiloto del bombardero (Robert Lewis), comentó: «Dios mío ¿Qué hemos hecho?». Bob Caron, artillero de cola del Enola Gay describió así la escena:

«…Es una masa burbujeante gris violácea con un núcleo rojo. Todo es pura turbulencia. Los incendios se extienden por todas partes como llamas que surgiesen de un enorme lecho de brasas. Comienzo a contar los incendios. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... catorce, quince... es imposible. Son demasiados para poder contarlos. Aquí llega la forma de hongo... Viene hacia aquí…El hongo se extiende. Puede que tenga mil quinientos o quizá tres mil metros de anchura y unos ochocientos de altura…Está casi a nuestro nivel y sigue ascendiendo. Es muy negro, pero muestra cierto tinte violáceo muy extraño. La base del hongo se parece a una densa niebla atravesada con un lanzallamas. La ciudad debe estar abajo de todo eso… Las colinas están desapareciendo bajo el humo…».

La explosión rompió las ventanas de los edificios localizados a una distancia de 16 kilómetros. A la media hora después del bombardeo comenzó un efecto extraño: empezó a caer una lluvia de color negro al noroeste de la ciudad. Esta “lluvia radiactiva»  estaba llena de suciedad, polvo, hollín, así como partículas altamente radioactivas, lo que ocasionó contaminación aun en zonas remotas.

El radio de total destrucción fue de 1,6 kilómetros, provocando incendios en 11,4 km2. A pesar de que aviones estadounidenses habían lanzado previamente panfletos advirtiendo a los civiles de bombardeos aéreos en otras 12 ciudades, los residentes de Hiroshima nunca fueron advertidos de un ataque nuclear.

Hiroshima antes de la bomba 

Hiroshima después de la bomba 

Entre 70.000 y 80.000 personas, cerca del 30% de la población de Hiroshima murió instantáneamente, mientras que otras 70.000 resultaron heridas. Cerca del 90% de los médicos y el 93% de las enfermeras que se encontraban en Hiroshima murieron o resultaron heridos, ya que la mayoría se encontraba en el centro de la ciudad, área que recibió el mayor daño.


 
Fat Man

Tanto el arma probada en Nuevo México, llamada «gadget», como la bomba que se soltó en Nagasaki llamada Fat Man, se diseñaron para implotar fabricadas básicamente de Plutonio-239, un elemento sintético. Los científicos no estaban seguros de su eficiencia, por lo que este tipo de bomba tuvo que ser probado con antelación al ataque, motivo por el cual se programó la «Prueba Trinity».




Era una bomba de tipo de implosión que utilizaba plutonio. Una esfera hueca subcrítica de plutonio se rodeó de una esfera mayor de explosivos, la cual fue detonada en toda su superficie simultáneamente comprimiendo así el plutonio y aumentando su densidad hasta conseguir las condiciones supercríticas que produjeran una explosión nuclear.
El dispositivo medía 3,29 m de longitud por 1,56 m de diámetro, y pesaba 4.545 kg y su fuerza era de 25 kilotones (104,1 TJ). 

Durante la mañana del 9 de agosto de 1945, el B-29 Bockscar, pilotado por el Mayor Charles W. Sweeney, transportó el arma nuclear llamada Fat Man con la intención de lanzarla sobre Kokura como blanco principal y Nagasaki como objetivo secundario.
Cuando llegaron a Kokura la ciudad estaba cubierta en un 70% por nubes, que la oscurecían. Después de pasar tres veces por encima y con el combustible consumiéndose y en un nivel bastante bajo debido a un desperfecto en una de las bombas de un motor, decidieron ir por el objetivo secundario, la ciudad de Nagasaki.

A las 07:50, la alerta de bombardeo aéreo sonó en la ciudad pero a las 8:30 se emitió la señal de que el peligro se había alejado. Cuando se avistaron los dos B-29 a las 10:53 las autoridades japonesas estimaron que las aeronaves sólo tendrían labores de reconocimiento por lo que no se emitió alarma alguna.  

A  las 11:00 se lanzaron instrumentos de medida atados a tres paracaídas y una carta sin firmar dirigida al profesor Ryokichi Sagane, un físico nuclear de la Universidad de Tokio. El objetivo era pedirle que le dijera al Estado Mayor japonés el daño que involucraban estas armas de destrucción masiva, además de que hiciera todo lo que estuviera a su alcance para convencer a las autoridades del país de terminar la guerra. Aunque los mensajes fueron encontrados por autoridades militares, el profesor Sagane no fue avisado sino hasta un mes después.



A las 11:01 se abrió una brecha entre las nubes, lo que permitió al Capitán Kermit Beahan tener contacto visual con el objetivo como había sido ordenado, por lo que la bomba fue liberada. 43 segundos después la bomba hizo explosión a 469 metros de altura sobre la ciudad y a casi 3 km de distancia del hipocentro planeado originalmente. La explosión resultante tuvo una detonación equivalente a 22 kilotones y generó una temperatura estimada de 3.900 grados Celsius y vientos de 1.005 km/h. 

Se estima que inmediatamente fallecieron entre 40.000 y 75.000 personas, mientras que el total de decesos para finales de 1945 alcanzó los 80.000. A diferencia de Hiroshima, en Nagasaki no tuvo lugar la “lluvia radiactiva»  y aunque sus efectos fueron más devastadores en el área inmediata del hipocentro, la topografía del lugar evitó que el radio de destrucción fuera mayor. Se calcula que el porcentaje de estructuras y edificios destruidos estuvo en el orden del 40%, incluyendo el estadio, hogares, hospitales y escuelas.

Muchos supervivientes de Hiroshima se habían trasladado hasta Nagasaki, donde de nuevo fueron bombardeados.

 Nagasaki antes de la bomba 
 Nagasaki después de la bomba


Después del bombardeo

Los Estados Unidos esperaban tener otra bomba atómica lista para ser utilizada durante la tercera semana de agosto, tres más en el mes de septiembre y otras tres para octubre.
El 12 de agosto el Emperador Hirohito informó a la familia imperial su decisión de rendirse. Hirohito grabó el 14 de agosto su anuncio de capitulación, que fue retransmitido a toda la nación el día siguiente, no sin despertar una breve rebelión de militares opuestos a dicha decisión. En dicho anuncio, Hirohito se refirió a las bombas atómicas:

«…El enemigo ha empezado a utilizar una bomba nueva y sumamente cruel, con un poder de destrucción incalculable y que acaba con la vida de muchos inocentes. Si continuásemos la lucha, sólo conseguiríamos el arrasamiento y el colapso de la nación japonesa, y eso conduciría a la total extinción de la civilización humana…»
La rendición se hizo oficial el 2 de septiembre de 1945.

 Estatua de la paz del Parque de la paz de Nagasaki. 
La mano derecha apunta hacia la bomba atómica y la izquierda simboliza la paz eterna. Los ojos cerrados representan la oración por el descanso de las víctimas.


 La Cúpula Genbaku, que permaneció en pie después del bombardeo.
Se encuentra en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima. 



Fuente: 
wikipedia.org

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