jueves, 3 de enero de 2013

Radiactivos por accidente

Entre el 27 de enero y 8 de febrero de 1983, una fuente de cobalto-60 fue mezclada accidentalmente con 76 toneladas de chatarra de acero que se fundió y se convirtió en accesorios de tubería. Los accesorios radiactivos fueron enviados y distribuidos por EE.UU. Cuando se determinó que las tasas de exposición eran mínimas y que no existía riesgo para el público, la Comisión Reguladora Nuclear decidió no imponer ninguna restricción sobre la distribución del material. Sin embargo, sugirieron a la empresa distribuidora devolver los accesorios a Taiwán.




En 1983 un hombre se llevó desechos metálicos del depósito de un hospital de México, entre ellos, parte de una máquina para tratamiento del cáncer con una fuente de cobalto-60. Sin saber del peligro, perforó la fuente contaminando el resto de la chatarra. El cobalto se mezcló con el acero que fue a parar a dos fundiciones locales. Una de ellas fundió el acero contaminado para producir patas de mesa estilo pedestal, que se usan principalmente en restaurantes de comida rápida. La otra fundición producía varillas de acero para reforzar el hormigón. Ese acero fue distribuido a lo ancho y largo del país además de ser exportado a otros países. La Comisión de Seguridad Nuclear rastreó  17.000 construcciones con varillas de acero contaminadas. Según esta comisión sólo 8.000 edificios presentaban niveles altos de radiación por lo que fueron demolidos.



EE.UU recibió en 1991 de la India más de 50 envíos de material de esgrima potencialmente contaminado con cobalto-60. La mayoría de las partes no estaban contaminadas, pero algunas sí. La Comisión Reguladora Nuclear concluyó que las dosis para el público eran mínimas. Como resultado, no hubo restricciones en el uso de los materiales.



Esta cubierta de plástico pertenece a la sala de control de Chernóbil. Fue retirada en algún momento después del accidente por un físico soviético. Aunque el análisis inicial indicó la presencia de Cesio-134, Cesio-137 y Cerio-144, hoy en día sólo es detectable el Cesio-137.



Este tarro de té turco resultó contaminado con Cesio-137 por la lluvia radioactiva de Chernóbil. Durante los primeros días del accidente, los vientos llevaron la lluvia hacia el oeste y noroeste. Pero a finales de abril el viento cambió y sopló hacia el sur dirección Turquía y la nube radiactiva cayó sobre el país. Aunque Turquía recibió lluvia contaminada con radionúclidos, los niveles de esta fueron mucho más bajos que en muchos otros países.



Fuente: www.orau.org

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